martes, 20 de julio de 2010

Conde del Álamo, Fernando (2009) “Análisis sociológico del sistema de discursos”, Cuadernos Metodológicos, nº43, CIS, Madrid


Cuando nos acercamos por primera vez a la metodología cualitativa con rigor y seriedad, lo primero que nos encontramos es una silva variada de métodos y técnicas investigación, a las que habría que sumar las diferencias, tanto de fondo como de forma, existentes entre las tradiciones anglosajonas y europeas. Ante esta situación la postura de Fernando Conde, autor de la obra “Análisis sociológico del sistema de discursos” es, de entrada, una apuesta por el “pluralismo metodológico” (Manuel Beltrán, 1986), en donde el acento no se coloca tanto sobre el uso de una u otra metodología de investigación social sino sobre las exigencias del objeto de investigación.

Esta diversidad de perspectivas tiene una consecuencia directa en el análisis cualitativo. Esto ha dado lugar a un equívoco en ciertos ámbitos profesionales y académicos según el cual, el análisis cualitativo está trufado de subjetividad, cuyo conocimiento está reservado a unos pocos iniciados. En realidad el problema radica en otros lares. Por un lado, la variedad y riqueza de la metodología cualitativa ha dado lugar a la existencia de varias estrategias de análisis (de hecho, alrededor del concepto del análisis del discurso encontramos una pluralidad de corrientes que no siempre es reconocida por todos los autores). Por el otro, está el problema del lenguaje y de los puntos de partida teóricos, lo que conlleva que cuando dos investigadores hablan de análisis del discurso, es muy probable que no estén hablando de lo mismo. Por ejemplo, ya solo el considerar la división de Van Dijk (1998) entre el discurso como proceso o el discurso como producto tiene unas consecuencias directas en los modos y maneras de realizar un análisis cualitativo. En tercer lugar, el dispar grado de formalización de las estrategias de análisis que nos encontramos según la perspectiva que elijamos.

Por estas razones, en la primera parte de la obra, Fernando Conde realiza un repaso breve pero exhaustivo del mundo de la investigación cualitativa, recogiendo las ideas fundamentales de las principales corrientes cualitativistas, con las pertinentes aclaraciones conceptuales. Esta revisión permite al autor elaborar su propuesta que recoge bajo el término que da título a la obra: análisis sociológico del sistema de discursos. A diferencia de otros modelos de análisis de contenido, la propuesta descansa en tres ideas fundamentales. La primera, la unidad de análisis de la investigación sería el corpus de textos (en este caso, las transcripciones obtenidas con la técnica de los grupos de discusión) en donde el objeto de estudio no sería tanto el discurso en sí mismo sino las relaciones e intercambios entre varios discursos, lo que el autor denomina sistema de discurso (p. 29). En segundo lugar, en vez de prestar toda la atención al discurso (como si éste fuera un objeto autónomo o como una reproducción de los intereses o luchas de los grupos sociales), el autor remarca la importancia del contexto, es decir, de la situación social que ha generado esos discursos (p. 30). Por último, hay que considerar que la forma de producción de los textos y su codificación determina el tipo de análisis de discurso que se puede realizar. De hecho, la mayoría de los análisis de contenido utilizan textos muy codificados (artículos de prensa, relatos, etc.). La pregunta que se formula el autor es qué pasa con las relaciones sociales espontáneas, cotidianas, que se articulan a través de formas comunicativas como el diálogo o la discusión y que generan un tipo de textos con una codificación menos rígida.

En tanto que la obra tiene su principal razón en resolver los interrogantes más habituales, cuando se realiza un análisis cualitativo, la segunda parte de la monografía se centra en las labores concretas que se deben realizar una vez finalizado un grupo de discusión (más concretamente todas aquellas relacionadas con la elaboración y preparación de las transcripciones y los primeros abordajes previos al análisis propiamente dicho), dedicando la tercera a la explicación de las tácticas para el análisis e interpretación sociológica del sistema de discursos existentes en los textos obtenidos en un grupo de discusión. En este punto, la obra abandona el tono teórico para cambiar a una estrategia expositiva cuyo mayor acierto no está solo en la clara descripción de cada uno de los pasos (que invitan al lector interesado a seguir profundizando por su cuenta) sino también en la profusa utilización de ejemplos prácticos. Ahora bien, en este punto cabe señalar la existencia de un precario equilibrio entre las exigencias propias de un manual y los pertinentes apuntes teóricos que, a veces, se rompe, transmitiendo una sensación de un cierto apresuramiento en el tratamiento de algunos de los procedimientos de análisis. Aun así, hay que destacar el esfuerzo realizado por abordar, de un modo más o menos diáfano, los pasos básicos a seguir para efectuar el análisis e interpretación sociológica del sistema de discursos, así como los oportunos consejos a la hora de redactar un informe cualitativo o de presentar los resultados.

En conclusión, esta monografía supone un intento serio (por otra parte, resuelto con éxito) de desentrañar gran parte de los procedimientos, estrategias y operaciones que se realizan en la cocina del análisis del discurso (para ser más precisos, del análisis sociológico del sistema de discursos), en el marco de los grupos de discusión (aunque también sea aplicable a otras técnicas como las entrevistas abiertas). El esfuerzo de vincular lo teórico con lo práctico, mediante ejemplos extraídos de investigaciones, dan como resultado un trabajo que puede ser leído tanto por aquellas personas quieran iniciarse en el análisis cualitativo como por todos aquellos investigadores sociales que deseen profundizar o mejorar su praxis en el campo del análisis cualitativo.